Texto: Leonardo Casasola
A las doce se realizó la lectura de un
Manifiesto elaborado por Maribel y Plácido, responsables de la
Cañada. Posteriormente se liberaron unas 160
aves, entre Fochas cornudas y Cercetas pardillas. La labor de esta pareja de biólogos,
resulta encomiable, y digna de apoyo. Visitar sus instalaciones, es la mejor forma que tenemos de
agradecerles su labor, puesto que carecen de ayudas oficiales. Dada la gran cantidad de aves que
mantienen, los gastos son muy elevados. Una vez liberadas las aves y dado que
el tiempo mejoró, continuamos los talleres en el exterior.
Una vez terminada la actividad, para
que todo no fuera trabajo, nos dirijimos a la Dehesa de Abajo, donde
comimos. La laguna de la Dehesa de Abajo, estaba
repleta de Flamencos, Patos cuchara, Azulones, Avocetas, Fochas, algunos Patos colorados,
rabudos etc. Es un lugar que nunca decepciona.
Posteriormente llegamos hasta Cerrado
Garrido. En el camino vimos multitud de Cernícalos comunes,
Ratoneros, Aguiluchos laguneros y pálidos, Garzas reales, Garcetas
comunes y grandes, Garcillas bueyeras, algunas Grullas y
Martinetes y bastantes Ánsares. No llegamos a ver un Aguilucho
papialbo,que nos habían comentado que estaba por la Casabomba.
Tampoco las Barnaclas que se ha habían visto por la Escupidera.